Elefantentreffen: la mayor concentración invernal motera de Europa

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¿Se imaginan vivir su pasión por el motor durante tres días en plena naturaleza? Elefantentreffen (‘reunión de elefantes’ en alemán) lo hace posible. Se trata de la mayor concentración invernal motera de Europa y se celebra desde hace exactamente 60 años en un marco incomparable: el Bosque Negro de Baviera, un espacio que se ha habilitado para que ‘enfermos’ del motociclismo tengan una cita, una vez al año, para descargar adrenalina, conocer a aficionados de la otra punta del continente y ¿cómo no? compartir unas buenas cervezas, como reza la tradición de este país.

A un periodista alemán se le ocurrió esta idea hace varias décadas. El mismo quería descubrir el número de moteros que son capaces de salir al frío invierno. Desde entonces, ninguno ha faltado a una cita que cada vez es más multitudinaria, pues en esta edición hasta 4.430 personas acamparon en el área, durante los tres días de celebración del evento, este pasado fin de semana y hasta 1240 se acercaron a pasar el día en la zona.

En la primera edición acudieron motos con sidecars, la mayoría verdes y se les comenzó a llamar ‘elefantes verdes’, de ahí la razón por la que se denominó a esta concentración ‘reunión de elefantes’.
Para conocer un poco más de este evento, hablamos con Ralf Kuehl, una de las personas que ayuda a que en esta cita todo salga a la perfección. “Soy uno de los visitantes pero también les apoyo y trabajo en la zona, tenemos a 200 personas trabajando para la preparación de la concentración, soy uno de ellos. No organizo, sólo soy uno de los que ayuda en la concentración, en el control de la entrada, con la venta de los tickets, asegurando que el tráfico se desarrolle de forma correcto y uno de los que ayuda a que todo vaya bien, señala Ralf.

¿DE DÓNDE VIENE EL NOMBRE DE ESTE POPULAR EVENTO?

En el 60º aniversario del Elefanttreffen, Kuehl reconoce que es uno de los habituales, pues es la 25ª o 26ª vez que acude, así que se conoce mejor que nadie la historia del origen de esta ‘fiesta del motor’. “Lo inventó un periodista alemán que quería saber el número de gente montaba en moto en invierno. La primera concentración fue en el sudoste de Alemania y la mayoría llevaron motos especiales, sidecars, la mayoría eran verdes y al sidecar se le comenzó a llamar “elefante azul” y de esta reunión viene su nombre. La gente viene con motos y con sidecars, lo que no queremos ver son coches. El fin de semana sólo está abierto para motos, deja claro Ralf.

DE NÜRBURGRING Y SAÑZBURGRING AL BOSQUE DE BAVIERA

Aunque actualmente se celebra en el Bosque Negro de Bavaria, en plena naturaleza, la localización cambió en varias ocasiones a lo largo de la historia de este evento, pasando por lugares como el circuito de Nürburgring o el de Salzburgring. “En Europa el Elefantreffen es la concentración motera invernal más importante, la más popular y más antigua también. A lo largo de la historia cambiamos la localización tres veces. Empezamos hace años en el circuito de Nürburgring, luego pasamos a Salzburgring, en Austria, pero hace algunos años decidimos dejar estos trazados y volver a los orígenes, a un lugar en la naturaleza, una zona que sea 100% naturaleza y esta localización es una en la que te puedes asegurar que hay nieve entre finales de enero y principios de febrero. La mayoría de ediciones en los últimos 28 años ha nevado. Este año fue diferente, los primeros moteros llegaron a principios de esta semana, ni siquiera estaba nevando, al final de la semana la nieve se estaba yendo, el fin de semana estuvo muy mojado y había mucho barro pero la gente se lo pasó muy bien y tuvimos más de 4.000 visitantes, la mayoría estaban contentos con las condiciones meteorológicas. Hoy hizo mucho sol. El tiempo fue más que perfecto, quizás demasiado caluroso para una concentración invernal.  No hizo demasiado frío, ayer hizo menos un grado y menos dos y de máxima 10ºC, explica Ralf.

Es precisamente el origen de esta concentración, que fue entre árboles, el que hizo que dejaran las pistas para moverse a entornos más naturales, en los que no estuvieron sujetos a tantas normas y se pudiera acampar y hacer hogueras libremente.  “Los trazados tienen mucha infraestructura y la historia de esta concentración no tiene nada que ver con eso. Si piensas en qué sitio comenzó esta reunión, fue siempre en una zona de naturaleza. Además, en un circuito tienes que seguir demasiadas reglas que no puedes cambiar. Si estás en una zona de naturaleza, sobre todo en el bosque de Bavaria, que la organización tiene gran contacto con la naturaleza y las autoridades así que nosotros podemos introducir nuestras reglas y nuestro compromiso allí. Sólo es una concentración de motos, los visitantes son el programa de la reunión, nada más, asegura Kuehl.

PUNTO DE REUNIÓN DE LA PASIÓN MOTERA EN EUROPA

A pesar de que es un evento en el que predominan los alemanes, en realidad acude gente de toda Europa. “Viene gente de toda Europa, los moteros alemanes son la mayoría pero muchos vienen de Italia. Ayer por la tarde cuando estaba en la entrada vi a gente del este de Europa, de Rusia, Moldavia, Polonia, República Checa, Francia, España. Toda Europa se da cita en el bosque de Bavaria“, continúa.

DESDE MOTOS CLÁSICAS A ÚLTIMOS MODELOS

¿Qué tipo de motos podemos ver aquí? Desde modelos antiguos hasta los más actuales. Una de las peculiaridades de este ‘festival’ es que mucha gente viene a enseñar vehículos que construye con sus propias manos. “Se ven muchas motos de BMW, muchos sidecars antiguos, ayer vi algunas Ducatis. Ves algunas que no esperarías ver nunca en condiciones normales. Vienen de países muy lejanos y la gente construye sus propios sidecars, por ejemplo, un motero de Francia se construyó una especie de motorhome en su sidecar, con cama, completamente construido por él y al final es una moto. Lo especial del evento es la gente a la que puedes conocer. No sé de un evento europeo en el que puedas conocer a tanta gente de toda Europa, desde Rusia hasta España, desde los países nórdicos hasta Italia, apunta Ralf.

LAS ACTIVIDADES DEL PROGRAMA

Los concursos son, sin duda, el plato fuerte del Elefantentreffen. Desde designar qué moto es la más bonita a quién logra talar un árbol en el menos tiempo posible. “En el programa oficial tenemos varios concursos, hay un concurso de belleza, para la moto más bonita, otro de tala de árboles, que nos lleva dos horas el sábado. Esta vez ganó Franz Bierler, que lo logró hacer en 16 segundos. El mejor sidecar fue el Denpr MT16 (con motor Citroen 2CV), construido por Florian Wille y el visitante que vino desde más lejos fue Olek Maximov, que salió desde Wladiwostok (Rusia) y recorrió 17.053 kilómetros para acudir al evento. El participante con más años fue Karl Markgraf (con 70) y la participante con más años fue Irmgard Zellinger, con 58. El más joven fue Christian Badzion, de sólo 16 años. La escultura de nieve más bonita fue la construida por Josef Bauer. También hacemos una procesión en honor a los moteros que perdieron sus vidas en las carreteras.  El resto del fin de semana va de conocer a otra gente, hablas con ellos, te lo pasas bien, bebes cerveza, lo tradicional. Es genial para conocer a gente de todo el mundo, no hablar el idioma no es un problema”, explica Ralf.

PROHIBIDO FUEGOS ARTIFICIALES

Aunque admiten que tienen menos reglas actualmente que cuando celebraban la cita en trazados, algo que no permiten son los fuegos artificiales, porque pueden poner en peligro el bosque que les rodea. “Hace dos años cambiamos las reglas un poco porque algunos de los visitantes estaban tirando fuegos artificiales y decidimos que esto no era una buena opción, es muy arriesgado para la gente que duerme en las tiendas y para el bosque. El riesgo es muy alto así que decidimos prohibir los fuegos artificiales, no todos lo aceptaron bien. Este año tuvimos un visitante que marcó un récord, vino desde Sicilia, llegó ayer y se volvió a su país en el mismo día. El año pasado cuando no teníamos demasiada nieve, teníamos agua en el centro de la zona y la gente se bañaba, era muy gracioso ver a los hombres con sólo un grado bañándose fuera, comenta Koehl como anécdota, para después animar a todo el mundo a venir a la 61ª edición, el próximo año.

Por: Ralf Kuehl

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