La participación de Lewis Hamilton en Canadá está en peligro después de los dolores que ha sufrido este fin de semana en Bakú por culpa del rebote de los autos. Al heptacampeón se le vio bajándose de su Mercedes lentamente y cojeando mientras volvía al garaje tras la carrera.
Sus dolores son tales que Toto Wolff asegura que tendrán a un reserva listo si no se recupera en cinco días para correr en el Gran Premio de Canadá.
Bakú ha sido uno de los circuitos en los que los pilotos se han quejado más de los dolores al volante de los coches nuevos, en los que el efecto suelo les hace subir y bajar de forma descontrolada y provocar el llamado ‘porpoising’, rebote o marsopeo. Muchos han asegurado que incluso deben tomar pastillas para el dolor de cabeza cuando salen de los autos.
Es un tema que se ha vuelto más grave en los últimos fines de semana y que los pilotos han decidido tratar seriamente con la FIA. George Russell avisó esta semana de que si no se atajaba, es cuestión de tiempo que ocurra un incidente grave.
Mercedes es uno de los equipos que más se ha quejado en este sentido. Su exrival directo Red Bull le quita importancia y recuerda que si quieren limitar el riesgo, lo tienen muy fácil: bajar el rendimiento de su W13, algo a lo que ningún equipo está dispuesto si no lo hacen también todos los demás.
