Nuevo conflicto por ruido amenaza La Guácima

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Actualmente sobre el autódromo La Guácima pesa una orden sanitaria por exceso de ruido, si no se disminuyen los decibeles podría venir una orden de clausura sobre el inmueble…

La historia de problemas entre Promotor Sport y un grupo de vecinos del autódromo, escribe un nuevo capítulo que tiene en vilo no solo el futuro del autódromo sino del automovilismo nacional.

Actualmente sobre el inmueble pesa una orden sanitaria por exceso de ruido y las mediciones de decibeles las realiza el Ministerio de Salud de forma sorpresiva durante cualquier día de la semana, prueba de ello fue que este martes mientras practicaba Carlos Chotocruz  se hicieron presentes.

“Una vecina se ha estado quejando desde el 2004, en el 2006 le ganamos una resolución pero ella buscó más vecinos y se volvieron a quejar en el ministerio. Llegaron a medir un lunes de piques y salió mas alto de lo normal y emitieron la orden sanitaria. Luego apelamos e hicieron otra medición durante las Tres Horas que salió en 77 cuando lo que permiten es 65”, indicó Guillermo Solís, abogado de Promotor Sport.

El reglamento del Ministerio de Salud establece como límite de ruido los 65 decibeles, mientras que de noche son 40. En la nueva Ley de Tránsito se fija como límite los 98 decibeles, lo cual genera la primera contradicción.

“Un reglamento es inferior a una ley, por eso estamos fijando como límite no llegar a los 98 decibeles”, agregó.

Actualmente el Ministerio de Salud le está solicitando a Promotor un plan de confinamiento de ruido que será presentado hoy miércoles. El mismo incorpora las medidas que tomará la administración para evitar superar los 98 decibeles, entre ellas está que todos los vehículos utilicen silenciador, tanto para prácticas como competencias, instalar vallas de bambú y cercas de caña india, que según los conocedores ayuda a mitigar el ruido.

“Cuando se presente el plan voy a solicitar que se suspenda la prohibición que tiene el autódromo para hacer actividades, ya que además esto lo tengo apelado”.

El reglamento del ministerio es tan antiguo y obsoleto, que por ejemplo el llanto de un niño se ha comprobado que supera los 100 decibeles, mientras que una vez lograron medir que el ruido de los grillos también supera ese parámetro.

En cuanto al argumento de que el autódromo tiene mas de 30 años en el mismo lugar, Solís indicó que no tiene validez ya que la Sala Constitucional ya se ha pronunciado en diversas ocasiones a favor de la salud pública.

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